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sábado, 13 de marzo de 2010

Para continuar (pero esta vez, hacia adelante o hacia atrás, o ambas)

Los árboles están hasta las rodillas de niebla.

8 comentarios:

Rosa dijo...

Los árboles están hasta las rodillas de niebla, y aunque avanzamos despacio, Heraclio ha resbalado dos veces, una de las cuales ha pisado el suelo con ambas rodillas y se ha roto el pantalón.

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Venga, Celsa, Javi, y demás si estáis por ahí, puede ser divertido hacer una rueda y jugar un poco.
Yo lo dejo ahí...

Celsa dijo...

—¡Maldita niebla! —dice quitándose el barro de la pierna que asoma por el agujero de la tela—. Mi madre me mata.
Jimena y Mercedes, cogidas de la mano todo el tiempo, arrastran los pies como patinadoras por miedo a tropezarse con alguna raíz. Yo voy detrás de ellas, aterrorizado, volviéndome a cada paso para comprobar que no nos sigue.

(Continuará...)
;)

Rosa dijo...

Los árboles están hasta las rodillas de niebla, y aunque avanzamos despacio, Heraclio ha resbalado dos veces, una de las cuales ha pisado el suelo con ambas rodillas y se ha roto el pantalón.
—¡Maldita niebla! —dice quitándose el barro de la pierna que asoma por el agujero de la tela—. Mi madre me mata.
Jimena y Mercedes, cogidas de la mano todo el tiempo, arrastran los pies como patinadoras por miedo a tropezarse con alguna raíz. Yo voy detrás de ellas, aterrorizado, volviéndome a cada paso para comprobar que no nos sigue. Pero sé que es cuestión de tiempo: es rápido -y no hace falta ser muy rápido para alcanzarnos-, y capaz de guiarse por el olor incluso en la oscuridad. Enseguida se hará de noche. Deberíamos haber avisado al 112 pero cuando lo he sugerido, las mujeres se me han echado encima, y Heraclio, que todavía es un crío para algunas cosas, me ha mirado como si acabara de decir una barbaridad. Dicen que el 112 es para emergencias. Estuve a punto de replicar, pero siempre me acobardo. Además, no quiero quedar mal delante de Jimena, la bella Jimena. La cuestión es que no sé dónde estamos.
-¿Dónde estamos? –me pregunta Heraclio en voz baja.

Celsa dijo...

No tengo ni idea, le digo, pero no se lo digas a las chicas. Sólo faltaría que se pusieran histéricas y comenzaran a chillar. Heraclio asiente con la cabeza y alarga el paso hasta ponerse delante de ellas. Avanza desbrozando maleza como un intrépido explorador. Yo me pongo a su altura y comienzo a sacudir con fuerza el ramaje, para que no se percaten de que me devora el miedo. Sigo pensando que deberíamos llamar al 112. Además, ¿por qué razón las chicas se han puesto tan nerviosas cuando lo propuse? ¿Qué nos ocultan? Cando nos propusieron hacer la excursión ya tenían todo planeado: el día, la hora de salida, el lugar dónde comer, dónde dormir…, y sobre todo, ¡la fiesta!

Rosa dijo...

¿una fiesta en mitad del bosque? Me matas, jajaja. Mira que eres petarda!

Igual Javi se anima a seguir, y así nos incorporamos todos (los componentes activos). Lo dejo ahí, y si Javi no se anima en el día de hoy, mañana continuo yo.

Celsa dijo...

¿Y quien dice que la fiesta era en el bosque? Se metieron en el bosque poruqe escapaban de alguien (?), ¿o no?.
Cuando solté los nombres de las mujeres, en mi cabeza había niñas, y vas tú y ¡zas!, resulta que son, cuando menos (o mejor, cuando más), de adolescentes pa arriba. Pues ale, de marcha. Además, Profe-Gra dice que hay que dejar que ese no-se-qué que nos viene de sopetón a la mente nos guie. Luego ya viene lo del proyecto de Marina y tal y tal.
En fin, a ver si ese "soplo" nos guia, porque mi Yo racional no sabe por donde escapar de ese bosque (ya sabes que yo soy más de Corte Inglés).
A ver si Javi..., los hombres, ya se sabe, son más intrépidos.
;)

Rosa dijo...

Jajaja, me troncho. No huían de nadie hasta que tú te empeñaste en que sí. Por mi parte iban de excursión na más. Y cuando me hiciste mirar atrás casi me muero del susto, porque era un monstruo fantasmagórico.
Y lo de los niños, sí, jajaja, pero yo quería poner algo sexual, ya sabes, pa animar la excursión. Tú animas con monstruos, yo con noviazgos a lo Bella Jimena, jajaja. No, en serio, lo de 'mi madre me mata' lo dice un niño, pero es que Jimena y Mercedes, tal y como las describes, son dos mujeres hechas, derechas y torpes. Las vi.

Sí, yo creo que tiene que entrar Javi y meterse en la cabeza del narrador.
Igual, como sugería Gra, es el momento de ir para atrás, y enterarnos de qué hacen en medio de la niebla. ¿Serán Gorilas?

Celsa dijo...

¡Jajajajajaj! que historia, por favor, jajaj me parto,
jajajajaj