Ejemplo 1: argumental
Personajes: Josefina, 22 años, Ricardo, 25 años.
Situación: Los dos jóvenes son novios y están por casarse en la ceremonia civil, pero él está sumamente retrasado. Los padres de ambos, los invitados y la novia están nerviosos primero, preocupados después. El juez les pide que se retiren de la sala por algunos minutos para permitir que se desarrolle otra ceremonia y dar tiempo al arribo del faltante.
Este ejemplo como tantos otros, puede ser el comienzo de un trabajo de guión para un principiante. Examinar las posibles variantes de ese trabajo puede ayudar a comprender una cierta metodología.
La situación descripta pide, por supuesto, una culminación y una explicación: Ricardo, ¿llegará o no llegará?, ¿cuál es la razón de su tardanza?
A partir de allí, el incipiente guionista comenzará a plantearse las diferentes opciones: decidir si Ricardo llegará o no llegará lo lleva a darse cuenta de que, en cualquiera de los dos casos, debe encontrar la razón de su tardanza, la motivación de su acto: ¿es voluntario o involuntario?, ¿a último momento decidió no casarse?, ¿por qué? O bien: ¿lo atropello un automóvil?, ¿equivocó el sitio de la ceremonia y está en otra parte?
En cuanto comienzan las preguntas, se advierte que faltan datos que permitan orientarse para definir un guión creíble.
Si Ricardo es mujeriego, Josefina deducirá que ha huido con otra mujer. Si es afecto a la bebida, lo hará buscar en sus bares habituales. Si es impuntual esperará.
Si Josefina, a su vez, tiene sentido del humor, tratará de dar un giro divertido a la situación. Si es colérica, armará un escándalo. Si es avispada, habrá enviado a alguien a buscarlo antes de la ceremonia y ahora estará tranquila sabiendo que lo traerán.
Pero las respuestas no terminan allí.
¿Cuál es la relación que mantienen? ¿Hace mucho tiempo que se conocen? ¿Tienen problemas económicos? La relación entre las respectivas familias ¿es buena o mala?
A esta altura de los interrogantes comienza a verse con claridad cuan importante es la caracterización de los personajes y el tipo de vinculación que los une, a ellos y a su contorno. Asimismo se verá que es necesario determinar las motivaciones de la situación y el ámbito en que se desarrolla.
Cada uno de estos aspectos juega un papel importante en la construcción de una historia.
La caracterización permitirá conocer la edad y el temperamento de los personajes, la ocupación laboral, su relación con los demás e inclusive sus ambiciones personales que, a menudo, determinan conductas. Cada uno de estos aspectos deberá ser analizado en función de los hechos que se pretende desarrollar.
La vinculación que los une marca también el tipo de conflicto que se va a describir. Recordemos que al hablar de “conflicto” no nos estamos refiriendo necesariamente a un enfrentamiento, sino al tipo de relación que se establece entre dos o más personajes, o a la relación entre uno de ellos y su contorno, o al de cualquiera consigo mismo: quién quiere algo y quién o qué se le opone o lo condiciona.
Las motivaciones, explícitas o implícitas que guían las acciones descriptas, no sólo permiten conocer las causas que determinan una conducta sino que ayudan a discernir el curso de los acontecimientos a relatar.
Por último, el ámbito donde los hechos se desarrollan tiene una importancia mucho mayor de la que a primera vista pueda creerse. La misma situación se vive de manera muy distinta si tiene lugar, por ejemplo, en una iglesia o en una oficina, en un dormitorio o en un parque. Y cada uno de esos ámbitos, además, cambia de carácter si es de noche o es de día, de madrugada o a la caída del sol, si llueve o está despejado.
Si aplicamos las consideraciones precedentes a la situación y a los personajes de nuestro ejemplo, será muy simple darse cuenta de que el guión puede tomar distintos caminos.
Las caracterizaciones que imaginemos para Josefina, para Ricardo y para los invitados a la ceremonia impondrán variantes apreciables. Si no sólo Josefina es colérica, sino también sus familiares, la situación derivará fatalmente en un escándalo. Si ella lo es y sus allegados, en cambio, son pacientes, se producirá un sub-conflicto entre ambas caracterizaciones.
La vinculación entre el joven y la muchacha será distinta si los une una pasión ciega, un cariño afectuoso o un interés económico.
Las motivaciones que los llevan a unirse en matrimonio también tendrán influencia concreta en la escena que debe escribirse. Si las de ella son muy fuertes y las de él muy débiles o si, en cambio las de ella son las motivaciones débiles, el cambio será visible. En este último caso, la espera de ella será menos apremiante y hasta si exageramos, puede estar pensando: –¡Ojalá que no venga!...
El ámbito condicionará el carácter y la intensidad de las reacciones de todos los presentes: iglesia o dependencia civil, presencia o no de personas ajenas también.
Pasemos ahora a suponer que todos estos aspectos han sido determinados y que ello ha dado origen a una breve línea narrativa que comienza un par de días antes de la situación descripta en el ejemplo.
Sintéticamente, la historia podría ser ésta:
“Josefina es una muchacha dominadora, pertenece a una familia muy adinerada y la une a Ricardo un cariño moderado, pero admira en él su capacidad profesional y el futuro brillante que su puesto actual le promete.
Ricardo es un joven tímido, de familia humilde que quiere a Josefina y admira en ella su seguridad y firmeza.
Unos días antes del enlace, Ricardo es despedido de su empleo por una falta.
Mientras culminan los preparativos de la boda, Ricardo está muy preocupado por su situación y no se atreve a comunicárselo a su novia. Esta advierte un cambio en la conducta de Ricardo, pero no sabe a qué atribuirlo. Entretanto él procura recuperar su empleo, sin conseguirlo.
Llegado el día de la ceremonia, Josefina espera vanamente la llegada de Ricardo, rodeada por familiares y amigos. Escándalo.
En medio de la creciente preocupación, alguien llama al lugar de trabajo de Ricardo y se entera que éste había sido despedido.
Los demás son informados. Escándalo familiar.
Esa misma noche, Ricardo se comunica con Josefina. Ella corta la relación.”
Una metodología estructural
Dividimos la exposición de un guión –entendida como el desarrollo de un conflicto– en cuatro etapas:
1) Introducción expositiva: es la etapa que abre la narración enunciando los términos del conflicto que va a desarrollarse a lo largo del guión. Por ejemplo, quién quiere qué, y quién o qué se le oponen. Esta introducción es importante por varias razones, pero sobre todo por dos: a) expone claramente el carácter, de los personajes y la historia en una obra argumental, o la índole de los hechos que se van a exponer en un documental; b) introduce al espectador en el clima de la película o la obra televisiva, ya que el comienzo debe sacarlo de su estado de ánimo previo para sumergirlo emocionalmente en una realidad diferente.
2) Desarrollo y articulación del conflicto: a partir de los términos expuestos en la etapa anterior, aquí se describe la evolución de las acciones del o los protagonistas en la consecución de sus objetivos, con todas sus alternativas anecdóticas o la descripción progresiva de los hechos documentales, en un crecimiento progresivo del interés.
3) Culminación del conflicto: es el momento en que se define la historia: fracaso, éxito o postergación en el objetivo propuesto por los personajes o los hechos que han comenzado a plantearse en la primera etapa y se han desarrollado en la segunda. Aquí culmina un conflicto amoroso, una tensión dramática, una explicación técnica. Es el momento de máxima tensión o de “giro” en la historia.
4) Desenlace: es la nueva etapa de relación entre los componentes de la historia después del giro efectuado en la culminación. El proceso o la acción que se describe ha pasado de un estado a otro a través de la culminación del conflicto.
Con el objeto de hacer más claros estos pasos, daré algunos ejemplos breves. Son temas surgidos en reuniones de estudio en que la propuesta era imaginar historias o recordar hechos documentales que permitieran el trazado de guiones completos que contuvieran las cuatro etapas señaladas.
Personalmente considero preferible comenzar los ejercicios de guión (incluso los de realización) con trabajos breves pero no fragmentarios sino totalizadores, en el sentido de que puedan comenzar una historia y terminarla, aunque sea en un solo minuto de duración.
Es habitual que los principiantes, habituados a ver obras cinematográficas o de televisión de media a dos horas de extensión promedio, consideren imposible contar una historia completa en un solo minuto.
La experiencia concreta los convence de lo contrario.
Y el hecho de tomar, no un fragmento de alguna obra de mayor extensión, sino una breve historia completa, les permitirá no sólo comenzar a ejercitar su dominio del lenguaje del guión, incluso podrá iniciar el análisis de una construcción estructural completa.
También el género documental permite ensayos breves de cuyas características hablaremos más adelante.
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Para más informción sobre el autor: http://es.wikipedia.org/wiki/Simón_Feldman
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