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jueves, 18 de febrero de 2010

Consigna Autobiografía, Rosa

Si fuera una gata, estaría en la mitad de mis siete vidas. En la mitad más uno, porque ésta es la cuarta vida que me ocupa. Y eso si no estoy contando mal. Cuatro vidas y soy más joven que paqué, cuarenta y ocho años, que a mí la edad no me cuesta decirla, lo que pesan son los kilos.
Lo bueno de nacer de nuevo a los 48 es que no tienes que pasar por esa larga etapa de la infancia que es tan importante. Si fuera una niña chica ahora, me moriría de miedo, y seguramente no sabría serlo. No sabría ser pequeña porque es difícil abrir los ojos cada día y descubrir descubrir descubrir sin parar, cada momento. No, eso ya no sabría hacerlo. Pero me voy por ahí con mi cámara digital y flas flas flas, alucino con lo que veo, y lo retrato por si acaso, en una de estas, la foto refleja la respuesta, o la pregunta. O escribo y escribo. Es lo mismo.
(Resto del texto suprimido para la lectura pública para respetar derechos de autor)

4 comentarios:

Celsa dijo...

Ay, amiga, que profundos pensamientos… Yo como vivo en la superficie lo que más me chincha del efecto sisifero es tener que repetir y repetir trabajos que nunca quedan completados. Por ejemplo: limpiar el polvo, limpiar los cristales, ducharse, lavar el pelo, lavar la ropa, plancharla, etc. Sin embargo hay tareas que tienen un final, una meta (o una etapa) y cumplida ésta puedes empezar otra. Avanzar, vamos. Ejemplo: escribir o leer un relato o una novela, hacer una carrera, un curso de baile, un viaje, una fiesta…, incluso cosas desagradables que lo único que las hace llevaderas es que tienen un fin: una entrevista que detestas, una visita tostón, una operación de apendicitis, un entierro… No sé… (jo, ya se me fue la pelota).
Bueno, ahora que lo pienso, hay algunas que sí me gusta repetir: ¡irme a la cama!, calentita leer un rato, o pensar en cosas agradables agarrada a la almohada.
Y desayunar, me encanta desayunar.
;)
PD: que bien me vino el truco de control + ruedecita del mous para agrandar tu texto (te salió pelín pequeño, morena).

Rosa dijo...

Claro, querida amiga, por eso tú eres una mujer cabal y yo no. Por eso tú eres una escritora que escribe cada vez mejor, y yo no.

Pta: yo veo la letra de mi texto en tamaño normal, incluso un poco más grande que lo que has escrito tú. (?) Y el truco del almendrucu no funciona en mi portatil: le doy a la barra lateral (no tengo mouse, ni ruedita), y no cambia nada. ¿hados del taller?

Celsa dijo...

Pues te juro que tu texto en mi ordenata sale pequeño, jajaja.
A ver, otra herramienta a mano para tu portatil. Abajo del todo, a la derecha, encima de la barra de estado suele haber otra línea (blanca) con más tonteries), pues justo en la esquina hay una lupa con un 100%. Picas en la lupa y crece, como en los mapas, vamos, jejej. Siempre estuvo ahí, pero yo no la ví hasta ayer, cuando una compañera (a la que Vidal quiso deslumbrar con el truco y se la enseñó -la lupa, digo- jajaja
Aysss...
(A que la Rosa no tiene lupa...)
;)

Rosa dijo...

Ni lupa, ni linea blanca, niña. Tonterías quenoseparaquésirven tengo mogollón. Lo cual tiene lógica. Pero la buscaré, buscaré la lupa los sábados por la mañana.