Cada uno de ustedes escogió una versión de sí mismo, de las tantas posibles, y la colgó en su “Perfil” de autor. Como autores que son (de este blog, pero también de textos y, por lo tanto, de su propia biografía), les pido que escojan otra versión para presentarse al resto.
Somos caleidoscopios: la imagen que damos a los demás y a nosotros mismos puede armarse, desarmarse y rearmarse distinta si nos animamos a girar el tubo.
Somos la respuesta de una adivinanza: objetos que creíamos conocidos pero que, observados de modo diferente del habitual, se vuelven una incógnita.
(Nota para quien esté pensando: «Pero si ya nos conocemos todos…»:
No le hagas el juego a ese funcionario que, desde el mostrador de la parte de atrás de nuestra frente, sella los formularios de «No llegarás a ser Cervantes» y «No digas tonterías» y los grapa al de «No disfrutes».
Vos tenés la llave: cerrá la ventanilla de «Excusas» y dejá que el empleado salga por un rato a tomarse un café.)
En esta quincena armaremos una autobiografía, nueva para el resto del grupo —y también para nosotros mismos—. El formato: prosa, poesía o mezcla de ambas, con extensión de hasta medio folio o 30 versos.
Para que calienten motores, así se presentan ellos:
Biografía
Cuna. Babero. Escuela. Libros. Tesis. Diploma.
Pobreza. Pleitos. Jueces. Las cortes. Ruido.
Comités. Elecciones. Tribuna. Gloria. Olvido.
Viajes. El bosque. Londres. París o Roma.
Regreso. Novia. Enlace. Rorros. Dientes. Aroma.
Ilusión. Señoritas. La Sociedad. Marido.
Bailes. Celos. Pesares. Esclavitud. Gemido.
Nietos. Babero. Escuela. Griego. Latín y Doma.
Vejez. Gota. Desvelos. Desilusión. Novelas.
Ceguera. Gripe. Vértigos. Callos. Penas.
Abandono. Esquiveces. El patatús. La fosa.
Llanto. Duelo. Discursos. Decreto. Paz. Sonrisa.
Risa. Chalets. Pianola. Paseos. Una misa.
Tumba. Silencio. Ortigas. Ausencia. Cruz mohosa.
Guillermo Valencia Castillo (Popayán, Colombia, 1873-1943) fue un diplomático y político colombiano, candidato dos veces a la Presidencia de la República y senador, además de uno de los poetas fundamentales de la generación modernista.
Autorretrato
Por mi parte soy o creo ser duro de nariz,
mínimo de ojos, escaso de pelos en la cabeza,
creciente de abdomen, largo de piernas,
ancho de suelas, amarillo de tez,
generoso de amores, imposible de cálculos,
confuso de palabras, tierno de manos,
lento de andar, inoxidable de corazón,
aficionado a las estrellas, mareas, maremotos,
admirador de escarabajos, caminante de arenas,
torpe de instituciones, chileno a perpetuidad,
amigo de mis amigos, mudo de enemigos,
entrometido entre pájaros, maleducado en casa,
tímido en los salones, arrepentido sin objeto,
horrendo administrador, navegante de boca
y yerbatero de la tinta, discreto entre los animales,
afortunado de nubarrones, investigador de mercados,
oscuro en las bibliotecas, melancólico en las cordilleras,
incansable en los bosques, lentísimo de contestaciones,
ocurrente años después, vulgar durante todo el año,
resplandeciente con mi cuaderno, monumental de apetito,
tigre para dormir, sosegado en la alegría,
inspector del cielo nocturno, trabajador invisible,
desordenado, persistente, valiente por necesidad,
cobarde sin pecado, soñoliento de vocación,
amable de mujeres, activo por padecimiento,
poeta por maldición y tonto de capirote.
Pablo Neruda (Parral, Chile, 1904-1973): según Gabriel García Márquez, «el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma». También fue un destacado activista político: Senador de la República, integrante del Comité Central del Partido Comunista y pre-candidato a la Presidencia. Entre sus múltiples reconocimientos destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford.
ATENCIÓN: Nuevos talleres
INSCRIPCIÓN A NUEVOS TALLERES EN:
http://elbardeltaller.blogspot.com.es/
HASTA EL 15 DE ABRIL
¡NO TE DEMORES!
-----------------------------------------------------------------
viernes, 5 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario